CÁPARRA

De origen Vetón, la población de Cáparra llegó a convertirse en muncipium de Roma en época de Vespasiano: Municipium Flavium Caparense. De los restos que se conservan destaca su impresionante arco, tetrapylum, el único de sus características en España, que se ha convertido en el símbolo más representativo de la ciudad
La ciudad de Cáparra era conocida por griegos y romanos. Claudio Ptholomeo la cita como Kapasa y la situaba en la zona de Lusitania y que pertenecía a los pueblos vettones, lo que indica que probablemente se encontraba en la frontera difusa entre los dos pueblos. Parece que los caparenses eran de origen vetón.
Durante la ocupación romana, la ciudad adquirió una gran importancia estratégica ya que constituía un punto de paso en las comunicaciones norte-sur, lo que luego se convertiría en la Vía de la Plata, la calzada romana que unía Emerita Augusta con Asturica.
Los romanos concedieron inicialmente a Cáparra el estatus de ciudad estipendiaria. Es decir, la población tenía que pagar un canon y contribuir al ejército romano, pero tenía derecho propio, su propia moneda y sus tierras.
Finalmente, en el año 74 dC, Vespasiano le otorga a Cáparra el estatus de Municipium, con lo que sus habitantes pasaban a ser ciudadanos romanos.
A partir de ese momento Cáparra entra en una etapa de crecimiento y desarrollo como ciudad, siguiendo la arquitectura propia de las ciudades romanas
La ciudad de Cáparra era conocida por griegos y romanos. Claudio Ptholomeo la cita como Kapasa y la situaba en la zona de Lusitania y que pertenecía a los pueblos vettones, lo que indica que probablemente se encontraba en la frontera difusa entre los dos pueblos. Parece que los caparenses eran de origen vetón.
Durante la ocupación romana, la ciudad adquirió una gran importancia estratégica ya que constituía un punto de paso en las comunicaciones norte-sur, lo que luego se convertiría en la Vía de la Plata, la calzada romana que unía Emerita Augusta con Asturica.
Los romanos concedieron inicialmente a Cáparra el estatus de ciudad estipendiaria. Es decir, la población tenía que pagar un canon y contribuir al ejército romano, pero tenía derecho propio, su propia moneda y sus tierras.
Finalmente, en el año 74 dC, Vespasiano le otorga a Cáparra el estatus de Municipium, con lo que sus habitantes pasaban a ser ciudadanos romanos.
A partir de ese momento Cáparra entra en una etapa de crecimiento y desarrollo como ciudad, siguiendo la arquitectura propia de las ciudades romanas

